01-06-2008 - Huellas, n. 6
Banco Farmacéutico El Banco Farmacéutico es una asociación sin ánimo de lucro que nace en España en el año 2007 al amparo de la Asociación Banco Farmacéutico de Italia, donde lleva ocho años realizando la Jornada de Recogida de Medicamentos. En el día de la Jornada, realizada una vez al año, los voluntarios del Banco Farmacéutico se presentan en las farmacias adheridas a esta iniciativa, para invitar a los ciudadanos a “costear” alguno de los medicamentos que luego serán donados a una determinada entidad asistencial de la ciudad. Dicha recogida de medicamentos es personalizada y destinada a una necesidad concreta de las personas asistidas por estas entidades, las cuales facilitan al Banco Farmacéutico un listado con los medicamentos que necesitan y que no se pueden costear. La necesidad Incluso en nuestra sociedad TESTIMONIOS Cuando volví a Madrid, después de haber trabajado unos años en el Banco Farmacéutico en Italia y haber podido comprobar la bondad de esta iniciativa tanto para los beneficiarios como para las personas que participan en ella, me surgió la pregunta: ¿cuándo es razonable empezar una obra de estas característica? La pregunta surgió a raíz de la propuesta de Alex, un amigo de Barcelona, que conoció el Banco Farmacéutico en el Meeting de Rímini hace 3 años. Él sabía que yo había trabajado allí y entonces contactó conmigo para compartir su inquietud por hacer algo parecido en España. Desde entonces he seguido el desarrollo del Banco Farmacéutico en Barcelona gracias al sí de Alex, que ha sabido implicar a un grupo de personas en torno a este proyecto, entre los que están sus amigos del grupo de Fraternidad, pero también otros que se han ido agregando.
Josep María Puigjaner es farmacéutico, director de una importante revista del sector y, actualmente, presidente del Banco. Al terminar la Jornada de Recogida de Medicamentos nos decía sorprendido: «Lo que ha sostenido el Banco Farmacéutico hasta hoy ha sido la fe». En ese momento caí en la cuenta de que yo, en cambio, había dejado la fe aparcada, mientras mi razón seguía funcionando dentro de los límites que me habían llevado a pararme una y otra vez ante las dificultades: para empezar el Banco en España no bastaba importar un modelo ya listo; además del esfuerzo organizativo y de movilización de personas, había que adaptar la idea a la realidad farmacéutica y sanitaria española, etc. En cambio, en Barcelona, Alex se ha movido con un concepto de razón más amplio que el mío: «¿Es esta una necesidad que la realidad me plantea? Pues, entonces es razonable que nos movamos para tratar de darle una respuesta». María García Gestos de gratuidad Lo primero que sorprende es justamente el hecho de que exista una realidad así: personas que no se rinden ante esta misteriosa desidia y que encuentran la energía y el valor para juntarse con el fin de sostenerse mutuamente. Personas que llevan a cabo iniciativas económicas y sociales tratando de responder a las necesidades propias y de aquellos con los que viven. Tal como dicen estas palabras de Carrón en la última Asamblea General de la CdO, es una sorpresa que exista el Banco Farmacéutico, no sólo para los que se topan con la iniciativa, sino en primer lugar para mí. Y está claro que su fruto no depende de nuestro esfuerzo o nuestra capacidad. La Jornada supuso una novedad para toda la gente que acudía en la farmacia donde estuve de voluntario. Casi cada persona a quien le explicaba la iniciativa me preguntaba cosas, para concretar, para entender el sentido de aquello y ¡se tenía que estar preparado! Es una iniciativa novedosa, y la gente necesita entender, sobre todo antes de dar un euro. Estoy muy agradecido a la farmacéutica, que colaboró como un voluntario más en la Jornada. Para mí fue una posibilidad más de entregar mi tiempo gratuitamente, una oportunidad para comprender que la vida es para entregarla. Desde el apuntarme como voluntario y participar en la Jornada hasta la valoración del día fue una novedad para mí. Y fue precisamente en la comida que hicimos en casa de Alex, después de la Jornada, donde pude entender la grandeza del gesto que habíamos tenido. Uno piensa que va a echar una mano y al final acaba aprendiendo que el regalo estaba hecho para él.
Pablo Toda He aprendido que existe un modo de relacionarse con las cosas y las personas que es la gratuidad. Y lo he podido comprobar participando de voluntario en la Jornada. Yo, que soy muy tímido, me sorprendí explicando con total libertad qué era el Banco Farmacéutico y en qué consistía la Jornada con una sencillez y una naturalidad que no son normales en mí. Enric Seda Alex propuso esta iniciativa en una Escuela de comunidad en la que trabajábamos el tema de la libertad. Después de la Jornada salí contento. Me gustó particularmente ver cómo la gente respondía, sin duda, no debido a mis dotes como vendedor, sino porque se les estaba proponiendo algo que les interesaba. Ver cómo el seguir algo más grande me hacía crecer me pareció liberador. Lo más importante fue el juicio que hicimos entre todos y que dio más sentido a la alegría que tenía por haber participado. Seguir la propuesta que me ha hecho el Banco Farmacéutico, hasta el último detalle (explicando la iniciativa a los ciudadanos, invitándoles a comprar alguno de los medicamentos que las entidades necesitaban, contando los medicamentos recogidos…), aunque al principio renegaba por tener que contribuir a este tipo de iniciativas, acababan comprándonos algo después de habernos escuchado a mí y a la farmacéutica. Este tipo de acontecimientos se dan por la gratuidad, por dedicar tu tiempo y esfuerzo con “otro” criterio. Particularmente impresionante para mí ha sido el cambio de mirada que la farmacéutica ha tenido hacia nosotros a medida que pasaba la mañana. Al final no paraba de hacer preguntas: ¿de dónde sois?, ¿por qué estáis aquí? Nos explicaba la soledad que veía en tanta gente que cuando va a la farmacia: no sólo necesita el medicamento si no alguien que le escuche... Estas cosas a mí no me ocurren en mi trabajo normalmente. Por eso ha sido una forma de aprender cómo tengo que ponerme frente a todo lo que hago. www.bancofarmaceutico.es |