Hauerwas,
protestante: «Quisiera haberlo escrito yo»
Cincuenta profesores procedentes de
universidades
norteamericanas se miden con la propuesta educativa de don Giussani
A cargo de M.R.
A la luz de la lectura de Educar es un riesgo ¿qué piensa de la
educación en EEUU en general y concretamente en el ámbito institucional?
Aunque a menudo se considera que la sociedad estadounidense posee una profunda
raíz religiosa, la realidad es que está mucho más determinada
por el secularismo que la cultura italiana. Sé que puede parecer muy extraño,
pero en Italia hasta las piedras están empapadas de cristianismo, y en
este país no tenemos piedras. El cristianismo en nuestro país no
tiene ese espesor de prácticas que enseña realmente a las personas
a comprender mejor qué significa ser cristiano. Y esto tiene mucho que
ver con el tipo de protestantismo que ha plasmado la sociedad estadounidense;
una creencia que dio origen a esta sociedad y que ha sido a su vez producida
de nuevo por ella, y que contempla una concepción de la relación
con Dios sustancialmente gnóstica. Quiero decir que aquí las personas
religiosas piensan que tienen una relación personal con Dios, y que ir
a la Iglesia es simplemente la forma de expresarla. Nos se les ocurre que no
pueda existir una relación con Dios - al menos con el Dios que veneramos
los cristianos - que no pase a través de la mediación de la Iglesia.
Como consecuencia, para los americanos es simplemente inconcebible pensar que
fuera de la Iglesia no exista la salvación, cuando ésta es la verdad:
fuera de la Iglesia no hay salvación. El carácter de mediación
del cristianismo es sencillamente desconocido, y esto implica que la tarea educativa
no esté acompañada de ese espesor de prácticas vividas que
es necesario para sostenerla como cualquier empeño serio.
En el ámbito institucional, EEUU tiene centenares, literalmente centenares
de escuelas cristianas, colegios cristianos, universidades cristianas. Pero la
mayor parte de ellos no tiene la más mínima idea de lo que significa
ser cristiano. Yo doy clase en la Duke University, fundada por los Metodistas.
Tenemos una gran capilla, un ambiente verdaderamente estupendo. El presidente
de la Universidad dice que nuestra capilla es un símbolo para recordarnos
la dimensión espiritual de todo el conocimiento. De esta forma a nadie
se le pasa por la cabeza que Dios tenga que ver con todo aquello. Yo creo que
las instituciones americanas que se llaman cristianas no hacen mucho más
que las instituciones laicas. Simplemente se limitan a decir que prestan mayor
atención al estudiante.
¿Cómo afrontaría usted este problema?
Una de las personas que ha intervenido en estos días ha hablado de educación
doméstica. Creo que éste es un movimiento real en nuestro país
y tendremos que esperar para ver cómo funciona. Los católicos han
fundado una nueva institución en Michigan, llamada Ave María College.
Creo que tiene la posibilidad de ser una institución que afronte seriamente
la misión educativa cristiana. Tendrá un gran desarrollo, porque
tenemos necesidad de ejemplos... ¡no sabemos cómo tiene que ser
una escuela cristiana!
¿Qué implicaciones ve para el papel del profesor en EEUU
en lo que dice
Giussani en su libro?
Esto tiene seguramente que ver con la manera de afrontar la clase. Tengamos presente
que en este país un profesor tiene en clase a no creyentes, a musulmanes,
a judíos y a cristianos que no saben gran cosa del cristianismo. De esta
forma los profesores, en la medida en que piensan que es su tarea dar una formación
moral, dirán: «Nuestra función es la de ayudaros a clarificar
cuáles son vuestros valores». Y actuar de modo que los estudiantes
puedan observar lo que cuenta realmente para los profesores.
A la luz de lo que ha descrito sobre estos contextos educativos, ¿qué aspectos
de la cultura americana ve como obstáculos y cuáles como puntos
positivos a potenciar?
El mayor obstáculo es el capitalismo. La nuestra es una civilización
consumista y por esto el cristianismo es visto como otro posible objeto de consumo,
que se puede comprar para tener la plenitud de significado que se busca. Esto
es profundamente contrario al cristianismo. Las formas de cultura que serían
apropiadas están en el polo opuesto de esa concepción, y esto implica
sencillamente que la gente sale destruida de las propias elecciones; descubre
que una de las cosas más duras de la vida es conseguir obtener lo que
se quiere, y esto le destruye. Los cristianos podemos decir: «Sí,
nosotros comprendemos esto, porque todos hemos pasado por esta experiencia. Hemos
sido creados para desear a Dios y negamos este hecho. Y cuando negamos esto,
nuestra vida se desintegra en mil pedazos». Creo que esta es una ventaja
muy profunda, y que los cristianos somos afortunados. O lo que es lo mismo: hemos
tenido la gracia de ser un pueblo colmado de dones y somos capaces de acoger
estos dones sin rencor. Y esto es algo que puede atraer a los demás.